Durante el reinado de Carlos III y mediante una Bula expedida por el Papa Pío VI,
en el año de 1777 quedó erigido el Obispado de Linares, con capital en la población
del mismo nombre.
Por recomendación del Rey, el Papa nombra Obispo de la Diósesis a Fray Antonio de Jesús
Sacedón, quien recibe su cargo en el año de 1779 mediante un apoderado, que toma posesión
del Obispado con todos los ritos. Fray Antonio de Jesús Sacedón muere antes de llegar a
Linares, y como sucesor, el Papa nombra a Fray Rafael José de Verger.
Apenas recibiendo su nombramiento, Fray Rafael José de Verger solicita al monarca, trasladar
la capital del Obispado a Monterrey, única población digna de ella.
En 1787, Fray Rafael José de Verger solicita al Ayuntamiento se le diera en merced la loma
de Vera para construir en ella una casa de descanso. El Ayuntamiento accede a la petición,
iniciando éste de inmediato, la construcción del Palacio Episcopal, que hoy constituye la
mejor y única reliquia arquitectonica de la epoca colonial que existe en Monterrey.
Durante la invasión americana en 1846, el Obispado se convirtió en una de las fortalezas más
importantes. En este sitio se llevó a cabo, el 23 de Septiembre, la batalla contra las tropas
del Gral. Worth.
A partir del 20 de Septiembre de 1956, se convierte en el Museo Regional de Nuevo León.
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