Nace en San Pablo de Labradores, hoy Galeana, N.L., el 16 de enerode 1826.
A la edad de 20 años (1846) ante la invasión de los norteamericanos, responde al llamado de la
Patria, marchando a Monterrey con un puñado de hombres que se aprestaron a la lucha y que
procedían de Galeana y de los municipios de Iturbide y Rayones a quienes capitaneaba Don
Francisco Martinez Salazar.
En Septiembre de ese año tuvo lugar el sitio de Monterrey en donde se escribieron páginas
gloriosas para la historia de México.
Los fuertes de las Tenerías Rincón del Diablo, Puente de la Purísima y Cerro del Obispado,
fueron testigos de gestas heróicas y sacrificios sublimes.
El arrojo y valor de Escobedo en la defensa de la plaza quedaron demostrados y ocupada
Monterrey, volvió con los suyos a Galeana.
En el mes de diciembre, asaltó un cuerpo del ejercito yankee comandado
por el Coronel Nay y destinado por el general Taylor para hostilizar los
pueblos del sur del estado de Nuevo León, aterrorizando a su indefenso
vecindario. Cerca de Galeana, Escobedo se encargó de capturar a treinta
y siete norteamericanos a quienes condujo a la Hacienda del Potosí, lugar
donde los entregó al Gobierno del Estado.
Durante el tiempo que duró la invasión norteamericana se mantuvo Escobedo con las armas en la
mano, participando en diversas acciones, siendo la más notable la célebre batalla de la
Angostura, los días 22 y 23 de febrero de 1847, en la que figuró como alférez del Estado
Mayor del general José López Uranga.
En 1854, cuando la tranquilidad de la Republica se tornó en agitación por el gobierno despótico
del general don Antonio López de Santa Ana, don Mariano Escobedo siendo capitán a las órdenes
de don José Silvestre Aramberri organizó las fuerzas de Galeana que tras practicar operaciones
en Matehuala y otros pueblos del interior, secundaron el Plan Restaurador de Vidaurri del 13 de
mayo de 1855.
Escobedo contuvo las fuerzas santanistas del general Valentín Cruz, gobernador de Coahuila y por
este triunfo recibio su ascenso a comandante de escuadrón. Vuelto a Monterrey, marchó a las
órdenes de Zuazua al interior de la República, hasta hacer triunfar (septiembre de 1855) el Plan
de Ayutla. En la Guerra de Tres Años, haciendo campaña militar en los Estados de Nuevo León,
San Luis Potosí, Zacatecas, Jalisco, etc., a las órdenes del general y licenciado Miguel Blanco,
alcanzó el grado de coronel.
Al ocurrir la intervención francesa organizó una brigada con la que participó en la batalla del
5 de Mayo de 1862, valiéndole su comportamiento el grado de coronel graduado el 3 de julio de
ese año y el de general de Brigada con fecha 25 de abril de 1863.
Como general en jefe del Ejercito del Norte ganó las célebres batallas de Santa Gertrudis,
San Jacinto, etc. y el 15 de mayo de 1867 conquistó la gloria definitiva en la plaza de
Querétaro, al rendir tras dos meses de sitio a las huestes del efímero Emperador Maximiliano,
quien, un mes más tarde, fué fusilado en el Cerro de las Campanas, a las siete de la mañana del
19 de junio de 1867.
Después de derrotar al imperio, siendo general de División desde el 2 de noviembre de 1866,
Escobedo fué gobernador del Estado de San Luis Potosí, los años de 1869 a 1873 y su labor en
aquella entidad puso de manifiesto su capacidad y acendrado amor al progreso. Elevó entonces
a la categoría de constitucionales las Leyes de Reforma; dió especial atención a la instrucción
pública; abriendose durante se administración muchos caminos y realizandose acueductos.
En el aspecto cultural, la obra de su gobierno se significó por la reparación y reforma
completa que hizo del Instituto Científico y Literario del cual la sociedad potosina recogió
óptimos frutos.
En 1875, siendo senador por Querétaro y San Luis, fué primer presidente de Senado de la
República. Al finalizar la Administración de Lerdo de Tejada fué su Secretario de la Guerra
del 31 de agosto al 16 de noviembre de 1876.
Escobedo es una figura histórica en la que se reúnen las más altas cualidades humanas. Un
plesbícito abierto por el periódico "El Diario del Hogar" en 1900, hizo que el pueblo mexicano
lo reconociera como el general más ameritado de esa época.
Muere en Tacubaya, D.F. el 22 de mayo de 1902.
Integrada a los monumentos erigidos a la memoria de don Miguel Hidalgo y Costilla, Padre de la
Patria y Lic. Benito Juárez, artifice de la Reforma, su estatua se levanta en la Explanada
de los Héroes frente al Palacio de Gobierno como un homenaje que pueblo y Gobierno tributan
a tan ilustre nuevoleones.
Datos biograficos publicados
por el Gobierno de Nuevo León.
|